Estar en Jordania es presenciar un cofre del tesoro de civilizaciones milenarias. La generosa y deliciosa gastronomía sorprende hasta al viajero más exigente y la población te recibe con los brazos abiertos, pues la hospitalidad está muy presente en la cultura local. Además, el país también cuenta con numerosos atractivos de singular belleza natural, entre ellos, el desierto de Wadi Rum.